España es ya el país de la UE con más viviendas por habitante.
Las familias han pedido 240.000 millones, el equivalente al 35% de la renta nacional, para comprar casa.
El tirón del sector inmobiliario en España parece imparable, pese a que los expertos preveían un importante descenso del ritmo de la construcción este año.
Las últimas estimaciones apuntaban a un paulatino enfriamiento del sector, debido a una drástica reducción de las viviendas iniciadas y a un mayor impulso de la vivienda social y de alquiler. Incluso los más pesimistas apuntaban a que la construcción dejaría de ser el motor económico del país, cediendo esta función a otras actividades.
Sin embargo, los últimos datos del Ministerio de Fomento son contundentes, la edificación residencial crece a un ritmo del 22%, cuando en 2002 lo hizo el 2%. El año podría acabar con 600.000 nuevas viviendas, lo que supondría un récord histórico que minimizaría el medio millón de viviendas construidas que ha sido habitual durante los últimos cuatro años.
Motor económico
Esta frenética actividad constructora ha hecho que España se convierta en 2003 en el país de la UE con mayor proporción de viviendas por habitante, apartando del primer puesto del ránking de propietarios residenciales a Francia. El número de viviendas por hogar en España es ya de 1,5, según los datos que recoge el Boletín Económico ICE del mes de julio que elabora el Ministerio de Economía.
Esta tendencia podría seguir afianzándose, puesto que el número de viviendas crece a mucho menor ritmo que el de hogares. Así, en el último periodo interecensal 1991-2001, el número de residencias se incrementó en 3,62 millones, mientras que los hogares lo hicieron en 2,45 millones.
En éstos además se redujo el número de personas que los ocupaban, pasando de 3,33 a 2,86, lo que supone un descenso del 14,1%.
Financiación
La facilidad para obtener préstamos hipotecarios, los bajos tipos de interés y la rentabilidad de la inversión inmobiliaria frente a otras alternativas de riesgo equivalente han convertido a la vivienda en el producto estrella. Las hipotecas devengan el tipo de interés más bajo de las últimas tres décadas y, si se elimina el impacto del aumento de precios, el Euríbor se convierte en negativo.
Esta facilidad de acceso a la financiación para compra de vivienda queda patente en un dato. Los españoles solicitaron en 2002 más de 240.000 millones de euros —el equivalente al 35% de la renta nacional— para adquirir una residencia o reformarla. La tasa de crecimiento es superior al 16%.
En este contexto razonable —buena financiación, fácil acceso a ella, alta rentabilidad y escasos incentivos al alquiler— no es extraño que la compra de vivienda sea la opción de muchas familias, pese a los elevados precios de ésta, que crecieron una media del 16% el año pasado.