Un oficio para anticipar las modas
¿Se imagina las ventajas que puede suponer para su empresa saber cuáles serán los gustos de los consumidores en la próxima temporada? Existe un oficio llamado “coolhunting” o cazatendencias, por el que las personas que lo desempeñan son capaces de aventurar cuáles serán los productos de moda, como si fueran videntes del consumo.
La moda siempre pasa de moda. Los artículos que hoy están en boga, mañana son rechazados por los clientes y han sido sustituidos por otros. Esta tendencia es igual en todo el mundo. Por eso, cada vez, esta nueva profesión basada en ser analistas al servicio de las compañías, está más presente en España.
Al igual que el resto de las empresas, para las franquicias contar con un cazatendencias aporta unas ventajas adicionales a la hora de crear nuevas estrategias de desarrollo de la marca. Sobre todo, para aquellas franquicias del sector del retail y textil, muy vinculadas al mundo de la moda y a las nuevas tendencias.
La finalidad del “coolhunting” es vender aquello que encargue la empresa que paga el estudio de tendencias buscando la mejor alternativa de mercado. El proceso comienza en la calle, aquí el cazatendencias freelance se convierte en un observador y analista de las costumbres de la sociedad, al acecho de nuevos estilos. Sus datos y fotografías son una importante fuente de información que luego será estudiada por los analistas (antropólogos, sociólogos, publicistas) que elaboran un dossier sobre tendencias tratando de aplicarlas a la empresa que lo encarga.
La profesión de cazatendencias nace en Estados Unidos en los años 90, donde se les conoce como visionarios. La compañía pionera fue Look-Look, fundada en 1994. Entre las empresas actuales más importantes se encuentran Future Concept Lab, con sede en Milán, Youth Intelligence en Nueva York, Nelly Rodi en París o WSGN en Londres. Empresas como Coca Cola, Nike, Reebok o Calvin Klein contratan sus servicios. En España es una profesión poco conocida aún, pero que se encuentra en pleno periodo de desarrollo, una vez conocida la eficacia de sus análisis.
Una prueba del auge que está tomando esta profesión es la reciente creación en Madrid de dos masters sobre coolhunting, el de Esme y el del IED. La causa principal es que es un oficio con futuro, ya que son una herramienta necesaria para las empresas que quieran ir por delante de la competencia y las grandes cadenas están empezando a comprender la magnitud de esta profesión ya que las compañías, cada vez más, buscan conocer el futuro, no sea que sus nuevos productos nazcan anticuados.
Estas grandes compañías de la moda que utilizan sus servicios son capaces de trasladar una moda de auge en Pekín, antes impensable en España y convertirla en prenda indispensable en los armarios de los consumidores.
¿A qué clase de personas persigue un cazatendencias? La calle es la que marca el ritmo y la estética de la moda. No son tanto los grupos sociales como las personas individuales que tienen una predisposición especial para captar las tendencias venideras. Son innovadores a los que sus estilo les diferencia del resto y en los que se fijan los “coolhuntings” para renovar tendencias.
Sin ir más lejos, la moda de las zapatillas Converse, nació en el Bronx, de ahí se extendió a Nueva York y por ende a todo EE.UU., desde donde pasó a Europa y al resto del mundo. Los expertos señalan ciudades más punteras, en este sentido, que otras, como Nueva York, Londres o Tokio.
Los cazatendencias tienen clara cuál será la tendencia que causará furor en un futuro: la moda ecológica. Esta tendencia procede de la preocupación actual por el cambio climático, y se verá reflejada en todos los sectores. Así afectará a la moda, con el uso de tejidos y colores más naturales, a la alimentación con el auge de los productos ecológicos, y a la tecnología, la publicidad utilizará argumentos ecológicos para vender más artículos como automóviles o electrodomésticos. Un estudio de tendencia de un cazatendencias freelance ronda los 15.000 euros. Al mes, puede ganar entre 3.000 y 6.000 euros.