Quiksilver continua su crecimiento en España
Quiksilver, compañía americana nacida en los años sesenta, ha conseguido un fuerte desarrollo en España gracias a su vinculación con el deporte, la aventura y el ecologismo.
En Europa, la marca se vende en cuatro mil puntos de venta y cien tiendas propias, y se ha convertido en una de la firmas estandarte de los adolescentes y jóvenes de medio mundo, incluidos aquellos que en su vida han cogido una ola.
En un continente donde se practican de forma abrumadora los deportes de invierno, esta marca, unida de forma muy estrecha al surf y a su estética, parecía destinada a tener una presencia simbólica. Sin embargo, los resultados de la empresa dicen algo muy distinto.
“El éxito de Quiksilver es que la marca representa un estilo de vida con el que muchos jóvenes quieren identificarse”, explica José María Pasquín, director comercial de la firma en España.
Estética surf
La marca Quiksilver gira en torno a tres deportes, surf, snow y skate, ofrece todo tipo de artículos y accesorios de ropa informal que permiten practicar estos deportes o, simplemente, llevar ropa cómoda por la ciudad.
El origen de la marca procede de dos emprendedores, amantes del surf, que se dieron cuenta de que los bañadores que había en el mercado eran más elegantes que cómodos.
A principios de los años ochenta, el producto empezó a comercializarse en Europa y hace siete años llegó a España. La firma comenzó siendo fuerte en zonas de costa, aunque hoy tiene un gran aceptación en las zonas urbanas.
“En Madrid hay muy pocos surferos y, sin embargo, hay un montón de gente vestida con nuestra ropa por la calle”, comentan fuentes de la compañía.
Franquicia sobre olas
En España, la compañía vende en tiendas multimarca (donde se consiguen más de la mitad de las ventas), en locales propios (40%) y en El Corte Inglés (10% del total). La progresión del negocio ha sido considerable. De los 2,4 millones de euros facturados hace siete años se pasó a una una facturación de 42 millones de euros en 2001.
En nuestro país, la compañía tiene 26 tiendas, de las que ocho son propias y el resto franquiciadas. A finales de este año, la marca tendrá treinta establecimientos. La compañía pretende desarrollarse a través de franquicias. El inversor debe aportar establecimientos de doscientos metros cuadrados, pagar un canon de 3.448 euros y demostrar cierta pasión por los deportes y el espíritu que defiende la marca.