Las franquicias buscan minorías
Ésa es una de las conclusiones que destacan los organizadores de la última edición de The West Coast Franchise Expo, que durante el fin de semana se celebró en el Centro de Convenciones de Los Ángeles y que atrajo a unos 240 expositores.
El interés es mutuo, cada vez hay más cadenas que quieren ofrecer sus franquicias a minorías y más empresarios minoritarios que quieren adquirirlas», afirma John Reynolds, vicepresidente de desarrollo de negocios de la Asociación Internacional de Franquicias (IFA).
Hace menos de dos años IFA organizó un programa al respecto, al que ya se han unido 120 compañías de franquicias interesadas en llegar a empresarios minoritarios.
Para responder a ese interés IFA, además de los servicios educativos y de apoyo que ya ofrece, está creando un programa de acceso a capitales que se inaugurará a principios del año próximo.
«Generalmente una franquicia cuesta un promedio de entre 150 y 250 mil dólares, y muy a menudo ocurre que entre las mujeres y minorías hay una barrera de aproximadamente la mitad de ese dinero que los separa de su objetivo», comenta Reynolds.
Según los estudios de IFA estos potenciales empresarios suelen tener capacidad para conseguir parte de la financiación con ahorros, plusvalía de la casa o préstamos personales, pero todavía les falta parte del dinero.
La IFA está trabajando con varias entidades financieras del país para que éstas valoren el riesgo de forma distinta y sean más proclives a conceder el préstamo a estos sectores minoritarios.
«Cuando una franquicia de probada eficiencia apoya al candidato e informa al banco sobre la rentabilidad estimada del negocio que el solicitante quiere comprar, es mucho más fácil conseguir estos préstamos», dice Reynolds.
Los organizadores de la exposición indican que entre los sectores emergentes se encuentran las empresas B2B (de negocio a negocio), como Expense Reduction Analysts, Inc., de Carlsbad, especializada en aminorar los costos operativos, o Estrada Estrategies Franchise Inc. con sede en Ontario, que ofrece servicios educativos a los empresarios.
«Sólo un 22% de los empresarios que se inician tiene título universitaria y en torno al 50% empieza sus negocios con menos de cinco mil dólares», dice Rubén Estrada, fundador de esta franquicia, «eso tiene mucho que ver con la alta tasa de fracaso de las empresas pequeñas y medianas».
Estrada señala que sus franquiciados suelen ser empresarios que tuvieron éxito y vendieron sus negocios, o los que ya no necesitan estar totalmente involucrados en el mismo porque tienen un equipo de gerentes, así como jubilados que se han destacado en el mundo empresarial o ejecutivo y que están dispuestos a invertir entre 50 y 75 mil dólares, lo que cuestan sus franquicias.
Elana Lancit, presidenta de Sweet Beginnings, una franquicia de organización de fiestas de bodas y otros eventos, subraya que su modelo de negocio se adapta muy bien a las necesidades de las mujeres.
«Permite horarios flexibles y facilita una buena fuente de ingresos a través del apoyo que ofrecemos sobre cómo conseguir clientes», dice Lancit, cuyas franquicias —de las que ya existe una en California— cuestan entre 25 y 35 mil dólares.»