Según el FMI, la economía española crecerá un 3,4% este año
La economía española crecerá un 3,4 por ciento este año según el FMI, que alertó de que la economía del país está cada vez más desequilibrada por el peso del déficit comercial. La cifra de crecimiento es una décima mayor que la anunciada en abril y coincide con el cálculo hecho en julio por el Gobierno español.
En su informe semestral «Perspectivas Económicas Mundiales», conocido hoy, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo esperar que el Producto Interior Bruto (PIB) español aumente un tres por ciento en 2007. La inflación alcanzará el 3,8 por ciento este año y el 3,4 por ciento en 2007, la misma tasa de 2005.
Lo que preocupa al Fondo en especial es el déficit por cuenta corriente -cuyo origen principal es el déficit comercial-, que se ha convertido en el segundo mayor del mundo en términos absolutos, según señaló en una rueda de prensa Timothy Allen, coordinador del informe. El Fondo prevé que el agujero de España en sus transacciones con el exterior equivaldrá al 8,3 por ciento del PIB este año y al 8,7 por ciento en 2007, frente al 6,6 y 6,9 por ciento de media respectivamente en la zona euro.
La mayor inflación en España que en el resto de Europa se puede traducir en un encarecimiento de los productos del país y explica la debilidad de las exportaciones, por ello Allen pidió reformas para contrarrestar la pérdida de competitividad». Aconsejó al Gobierno que incentive la apertura en sectores como el transporte y las comunicaciones, donde la competencia es insuficiente.
También reiteró la petición de que España facilite la contratación y el despido de empleados. Y dado que el país carece de una política monetaria independiente por pertenecer a la zona euro, Allen pidió el uso de la política fiscal para desinflar el déficit por cuenta corriente, mediante un mayor superávit primario, que es el resultado de las cuentas del estado antes del pago de la deuda. Otra preocupación del organismo multilateral son los altos precios inmobiliarios. «Los precios de la vivienda en España, Irlanda y el Reino Unido siguen siendo elevados» que nos dice de que la situación es más preocupante de lo normal al producirse en un ambiente de tipos de interés al alza.
El Fondo prevé una ralentización de las subidas de los valores de los inmuebles en España, lo que tendrá un impacto negativo sobre los empleos relacionados con la construcción y la inversión en las viviendas, según Allen. Con todo ésto, este economista no augura que la desaceleración del sector tenga un impacto «grande» sobre el consumo, puesto que los españoles no han usado las plusvalías ganadas con la apreciación de sus hogares para aumentar sus gastos corrientes, como sí ha pasado en Estados Unidos.
Por lo demás, el informe del FMI, publicado durante su reunión anual conjunta con el Banco Mundial en Singapur, hace hincapié en que el crecimiento europeo obedece cada vez más al aumento de la inversión. El organismo multilateral prevé que el ritmo de expansión se mantenga estable durante el segundo semestre de 2006, donde se espera que el PIB aumente un 2,4 por ciento este año.
En la parte positiva figura también el hecho de que la «sólida» confianza de los empresarios alberga el potencial de generar niveles de inversión y empleo mejores que lo esperado. En el lado negativo destaca la amenaza de los cada vez mayores desequilibrios globales, entre los que figuran el abultado déficit por cuenta corriente de EEUU y el superávit de países como China. Con ese escenario como telón de fondo, «Europa está expuesta a la posibilidad de una fuerte apreciación de su divisa, que podría reducir las exportaciones y la inversión», además de originar pérdidas a los inversores y empresas con activos en dólares.»