La producción textil en Galicia cae un 12% por la competencia de China
El descenso de actividad en la industria de la confección en enero y febrero de 2005 duplica la disminución ya registrada por el sector en los dos primeros meses del pasado año. Los más perjudicados por la llegada de prendas asiáticas son los talleres.
Si quedaba alguna duda de la crisis que vive el textil gallego a causa de la liberalización de los mercados internacionales, el último balance del Índice de Producción Industrial (IPI) relativo al mes de febrero confirma las graves consecuencias que para el sector ha tenido la entrada masiva de prendas elaboradas en China desde la eliminación de aranceles el pasado 1 de enero. La actividad de la confección en la comunidad ha caído un 12,4%.
Detrás de este porcentaje, hecho público ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), está el descenso de pedidos de las grandes empresas de moda a los talleres, los más perjudicados por el fin de las restricciones a los productos asiáticos», asegura el director del Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc), Víctor Fabregat.
Ya en enero -el primer mes en el que entró en vigor la liberalización de los mercados- el sector recibió un duro golpe en la producción, con una caída también del 12,4%. Por primera vez en dos años, el descenso de la actividad confeccionadora en las comunidades españolas alcanzaba los dos dígitos. Y es que la producción textil baja en picado desde enero del pasado año. Pero con el arranque de 2005, esos descensos se han duplicado.
Los datos «son un reflejo de la gran incertidumbre que vive el mercado textil tras la liberalización», asegura Fabregat. La actividad exportadora tampoco sirve, como tradicionalmente pasaba, de salvavidas del sector. El volumen de ventas al exterior apenas varía este año debido, según el director del Cityc, «al poco dinamismo de Europa y a la cotización del euro que está funcionando de freno». Mientras, las importaciones han crecido globalmente alrededor de un 6%.
Ninguna de las comunidades autónomas que concentran el peso del textil en España -entre ellas, Galicia- se libra de la crisis. «Está generalizada», dice Víctor Fabregat. Y, por esa misma razón, tampoco escapan otras industrias vinculadas como la de confección de peletería y el cuero, la marroquinería y zapatería, que, según el IPI de febrero, han caído un 6,4% y un 13,4%, respectivamente.»