La franquicia Necesito un trastero abre una nueva delegación en Burgos
Necesito un trastero abre una nueva delegación en Burgos
La empresa Necesito un trastero, líder en el sector de alquiler de trasteros en nuestro país, ha abierto una nueva delegación en Burgos. Con este nuevo espacio, ubicado en la calle Vitoria, 196, se convierte en la primera empresa de trasteros que ofrece sus servicios dentro de la propia ciudad.
Este centro se sitúa, en una de las calles más concurridas de la ciudad, con trasteros que varían en tamaño de 1 a 8 metros. La franquicia ofrece a todos los clientes acceso los 365 días del año, las 24 horas del día. Los clientes pueden tener acceso exclusivo a través de huellas digitales, con el mejor sistema de seguridad y monitoreo; y, por si esto fuera poco, ofrecen un seguro gratuito en el precio para todos los clientes.
Esta es la cuarta franquicia de trasteros que la marca logra abrir tras el periodo de confinamiento. Le sigue a las aperturas realizadas en Mérida, Murcia y Huelva. Asimismo, la cadena ostenta el récord de su sector a nivel nacional, operando con 62 delegaciones repartidas por toda la Península. También es líder en Castilla y León, donde ya suma 5 centros en activo, después de la inauguración de la delegación de Burgos.
“Pese a la crisis y el parón por la pandemia, hemos seguido creciendo en estos meses tan difíciles, manteniendo en plantilla al 100% de nuestro personal”, comenta Iván Maldonado, CEO & Expansión de Necesito un trastero. A su vez, añade que “con siete años de experiencia en el mercado, seguimos sin cerrar ninguna delegación, lo que convierte a la franquicia Necesito un trastero en un valor al alza para cualquier inversor”.
La empresa Necesito un trastero se creó hace siete años, con la apertura de una pequeña delegación de alquiler de trasteros en Alicante. La inversión necesaria para abrir una franquicia Necesito un trastero va de 40.000 euros en adelante, con un canon de entrada a partir de 15.000 euros. Asimismo, el tamaño del local ha de tener un mínimo de 300 metros cuadrados, para implantarse en ciudades de al menos 30.000 habitantes.