La familia Cosmen y Barclays serán los máximos accionistas de National Express
La integración de Alsa y National Express , que podría reportar a la familia asturiana más de cuatrocientos millones de euros en acciones, supondrá la entrada de los dueños del grupo español en el consejo de administración de la británica.
La compañía española Alsa y la británica National Express confirmaron ayer en todos sus extremos el proceso de negociación abierto para integrar ambas sociedades, como adelantó EXPANSIÓN. La intención de las dos partes es que la operación se pueda cerrar lo antes posible. Una de las fechas barajadas es el próximo 10 de octubre, día en el que José Cosmen, patriarca de la familia propietaria de Alsa, cumple 76 años. En los próximos días tiene que quedar cerrada la estructura jurídica de la operación. Según fuentes de la negociación, la valoración de Alsa supera los 370 millones de euros inicialmente previstos e, incluso, “podría duplicar esa cifra”. Es muy probable que la integración en National Express se materialice a través de un pago en acciones de la compañía británica.De ser así, y a la espera de que la operación fructifique, la familia Cosmen se convertiría en uno de los dos máximos accionistas de National Express –y en el primero no financiero– junto a Barclays Bank, propietario del 14,2% de la compañía, que cotiza en la Bolsa de Londres desde 1992.
Representación
La negociación también alcanza a la presencia de la familia Cosmen en el consejo de National Express.
Se da como segura, al menos, la presencia de un consejero. Lo más probable es que la persona designada sea Jorge Cosmen, que actualmente ocupa la presidencia de Alsa. El resto del capital de National Express se lo reparten aseguradoras y varios fondos de inversión –ver cuadro adjunto–. Uno de los aspectos pactados en la operación es la permanencia de Alsa como marca comercial en España y el mantenimiento del equipo gestor.Las dos compañías insistieron ayer en que se trata de “una integración y no de una compra”, con el objetivo de crear un grupo líder de transporte de viajeros en Europa. National Express envió ayer un comunicado a la Bolsa de Londres en el que reconocía que mantenía contactos con los accionistas de la compañía española que podrían resultar en una fusión entre ambas empresas. No obstante, puntualizaba que “no podemos asegurar que la operación se vaya a llevar a cabo”.
La empresa, cuya capitalización bursátil supera los 1.700 millones de euros, mantiene las necesarias cautelas a la espera de tener cerrados todos los flecos pendientes de la operación.La confirmación del acuerdo cayó ayer como una “bomba” en el mercado de transportes español. Precisamente esta semana, la principal patronal del sector, Fenebus, celebra en Logroño la XVIII Semana Nacional del Autocar y del Autobús. En el encuentro, en el que estaban presentes cerca de quinientos empresarios del transporte, se produjo un gran revuelo. “No es para menos, se trata de la primera empresa española por cifra de negocio con diferencia, y la entrada en el mercado nacional de un gigante europeo que va a revolucionar la estructura del mercado a partir de ahora”, reconoce un empresario presente en las reuniones de la capital riojana.
Para el sector, esta operación abre un periodo nuevo en el que es probable que se produzcan operaciones similares, aunque a menor escala. Después de Alsa, el principal grupo de transportes es Continental Auto, propiedad de la constructora ACS. El tercero en discordia es el grupo Avanza, un holding cuyos principales accionistas son Auto Res y la familia Álvarez Arrojo.Los analistas consultados aseguran que la operación realizada por la familia Cosmen “es redonda”. “Obtienen una muy buena valoración de la empresa que satisface a todos sus accionistas y, además, surge en un momento en el que el sector atraviesa por importantes incertidumbres como, por ejempleo, la caducidad de las concesiones de líneas regulares de autobuses a partir de 2007”. El mercado de transporte por carretera no atraviesa por sus mejores momentos.
Los incrementos de costes derivados de la escalada del precio del combustible y la pérdida de viajeros en áreas de negocio clave han dejado la rentabilidad del negocio en mínimos históricos. Según el último informe elaborado por la consultora DBK, el resultado operativo agregado de las empresas del sector se redujo ligeramente en 2004, “suponiendo una cifra de entre el 1% y el 3% con respecto a la facturación total”. Los ingresos del sector se elevaron en 2004 a 3.300 millones de euros.Para 2005, el volumen de negocio podría alcanzar los 3.490 millones de euros, lo que supondría un crecimiento del 5,8 por ciento respecto a 2004.