Historia de Éxito: Retoucherie de Manuela, los arreglos de la abuela más rápidos que nunca
París fue la ciudad escogida para establecer la primera de sus tiendas hace veinticinco años orientada a ofrecer un servicio cada día más demandado. Factores como la incorporación de la mujer al mundo laboral, así como el progresivo aumento de hombres que viven solos y que nada quieren saber del dobladillo de un pantalón o de un botón a medio caer, han influido en el desarrollo de este negocio.
Pero La Retoucherie de Manuela no sólo atrae a aquellas personas que no saben u odian coser o a las que, a pesar de tener las habilidades suficientes para hacerlo, apenas disponen de tiempo o de la motivación necesaria para dedicarse a repasar su ropa o la de su familia. El negocio de Manuela seduce también a muchos que, hartos de prendas pasadas de moda, deciden dar un toque mágico a su vestuario. Desde París con amor
La empresa comenzó su actividad en 1975 en París, con el establecimiento de la primera tienda. Su creadora, Manuela Rodríguez Losada, que por aquel entonces tenía unos 40 años, llevaba cosiendo toda la vida, trabajando para diferentes firmas de moda de la capital francesa.
Tras aquellos años de trabajo en París en la década de los setenta, en los que la tienda funcionaba estupendamente, Manuela sintió el deseo de volver a España y decidió vender su pequeña tienda a uno de sus empleados. Pero, lo que ella no sabía es que, lejos de acabar, la aventura no había hecho más que empezar. La experiencia y el espíritu emprendedor de esta costurera gallega iban a hacer que no se quedara de brazos cruzados.
Así, la primera tienda en nuestro país se montó en Madrid en 1983, en el centro comercial La Vaguada, con un capital social reducido para la época. Ese mismo año y, tras el éxito conseguido, se inauguró otra, esta vez en Andalucía. Por tanto, Madrid y Marbella fueron las primeras ciudades españolas en ver nacer los primeros establecimientos de La Retoucherie de Manuela, tiendas desde las que se iba a dar el gran salto de un sistema de trabajo artesanal a un proceso industrial diseñado para ofrecer un servicio de corte tradicional en un formato adaptado a los nuevos tiempos.
Transcurrido el tiempo, el negocio fue creciendo y se fueron abriendo varias tiendas hasta que en 1988 se decidió dar el salto al mercado de la franquicia para conseguir una mayor expansión y estar así presente en todo el territorio nacional.
La franquicia más entallada
Desde la apertura del primer establecimiento en 1975 y tras su consolidación por toda España, la cadena Retoucherie de Manuela, especializada en los servicios de arreglos rápidos y transformaciones en prendas de vestir, ha seguido creciendo por toda España hasta alcanzar los casi 140 establecimientos con los que cuenta hoy en día.
Una de las señas de identidad más personales de La Retoucherie es su constante apoyo a la mujer, de ahí que más del 90 por ciento de los puestos de trabajo de la compañía estén ocupados por mujeres, con contratos de trabajo indefinidos con alta en la Seguridad Social. La enseña apuesta claramente por una política basada en el fomento del empleo femenino, sobre todo, el de las mujeres mayores de 40 años, un sector especialmente castigado por las barreras en el mercado de trabajo y la precariedad laboral.
Teniendo en cuenta esto, la enseña siempre ha buscado dos tipos de franquiciados: por un lado, personas que llevan cosiendo toda la vida en su comercio tradicional o en su casa y que quieren unirse a la marca como una forma de autoempleo y, por otra parte, un inversor que aporte un capital.
Conscientes de la necesidad de transmitir esta filosofía de trabajo a toda la cadena, La Retoucherie ha creado tres escuelas de formación continua: una de ellas en nuestro país, otra en Venezuela y otra en Portugal, en las que se ofrecen cuatro cursos al año y a las que no sólo acuden los trabajadores de las tiendas propias, sino los empleados contratados por los franquiciadores. Los requisitos económicos no han variado en exceso. Se comenzó pidiendo una inversión inicial de 36.000 euros y en la actualidad se encuentra en algo más de 53.000 euros, debido a que se han ido ampliando los servicios de las tiendas. El canon de entrada es de 12.000 euros más IVA, con un royalty de 595 euros más IVA al mes y un canon de publicidad de 275 euros más IVA mensuales. El servicio de arreglos y transformaciones se ha venido haciendo desde siempre. Habitualmente, este tipo de actividad se desarrollaba en casas o talleres que resultaban difíciles de localizar y que ofrecían largos plazos de entrega, además de una calidad variable.
Sin embargo, las tiendas de la Retoucherie de Manuela dieron un aire nuevo al sector, ubicándose en importantes zonas comerciales, con imágenes atractivas, y cuya calidad de los arreglos es, en muchos casos, mejor que la de la confección de la prenda. En España, como en otros países, la llegada de la empresa supone un cambio en lo hábitos de arreglo y reciclado de ropa de los consumidores: aportan soluciones sencillas, y rápidas, con un coste medio por prenda de unos 12 euros, dependiendo de la prenda y del arreglo.
En una hora el cliente dispone de sus prendas completamente arregladas y listas para lucir. También se puede actualizar una prenda pasada de moda, estrechando solapas, estilizando las formas, con algo de imaginación y su habitual saber hacer. En este mundo de prisas en el que vivimos, el tiempo es oro. Y esto bien lo ha sabido apreciar La Retoucherie para lo que ha creado el “servicio rápido”, con la finalidad de solventar cualquier imprevisto o de resolver los arreglos de urgencia de los clientes sin que éstos pierdan ni un segundo.
En una hora, como si de un revelado fotográfico se tratara, dispondremos de nuestro vestuario completamente arreglado y listo para lucir. Un servicio también demandado por personajes muy conocidos del mundo del deporte, la cultura, la política y la televisión, pero que Manuela, haciendo honor a su discreción, desea mantener en el anonimato.
A los servicios de arreglos express en una hora o en veinticuatro, se sumaría el trabajo especializado en punto, ante y cuero, La Retoucherie es líder en el trabajo con estos géneros, y las transformaciones creativas: una lucha personal de Manuela por el ahorro y el respeto al medio ambiente traducido en un servicio que ofrece la posibilidad de reciclar o transformar prendas usadas o pasadas de moda.
Las claves de su éxito
El dicho «quién golpea primero, golpea dos veces» es aplicable sin duda a Manuela. La Retoucherie no es una buena idea copiada de otros, son los pioneros del sector. Es el resultado de años de experiencia en la mejora de los procesos para conseguir hacer de algo tan tradicional como los arreglos en prendas de vestir un negocio próspero y moderno.
Tiendas de arreglos ha habido desde siempre. La novedad que aporta esta enseña es el método, una manera de acometer los arreglos que permite entregarlos con una calidad profesional y con una rapidez máxima (una hora), asegurándose un grado elevadísimo de satisfacción de la clientela y una gran rentabilidad.
Todo está estudiado, incluso el logotipo. La simbología ha sido fruto de un profundo estudio de imagen y marketing. Así, “nuestro nombre, de origen francés, evoca el mundo de la costura, y la cinta métrica ilustra el sector al que pertenece, cumpliendo la función simbólica del lazo: memorizar», explica Manuela.
Exportar dando puntadas
La estrategia para exportar su idea hacia otros países fue sencilla: comenzar por los países de mayor proximidad, tanto cultural como espacial. Así fue como tras la apertura de la primera tienda en Francia y su regreso a España, se tomó la decisión de salir al país vecino, Portugal, donde a día de hoy cuenta con 20 establecimientos. Por aquel entonces, se iniciaron pruebas en Reino Unido con una primera tienda.
También cruzaron el charco y tras el éxito cosechado en territorio venezolano, donde se ha consolidado con más de cuarenta establecimientos, la cadena dio el pistoletazo de salida a su carrera de expansión definitiva por el resto del continente americano en el año 2002. Brasil, México y Costa Rica se fijaron como principales objetivos de La Retoucherie, donde abrió seis primeros centros piloto gracias a los acuerdos alcanzados con diferentes inversores privados a través de su master franquicia en Venezuela.
Después de haber abierto establecimientos en Puerto Rico, Venezuela, Costa Rica, México, Guatemala, Colombia, Uruguay, Panamá y Brasil, Retoucherie de Manuela continuó su avance imparable sumando a su cadena un nuevo país: Chile. La enseña tiene previsto abrir tres tiendas en el país andino entre la segunda mitad del 2007 y los primeros meses del 2008.
Una vez asentada en Sudamérica, la enseña desembarcó en Estados Unidos, a través del estado de Florida, con el establecimiento de una primera tienda. Poco después, se inauguraba otra, en esta ocasión, el lugar escogido fue el estado de Texas. Como colofón al presente ejercicio, la compañía abrirá su primera tienda a finales de año en Nueva York.
Recientemente, Retoucherie de Manuela se embarcó en un nuevo plan de expansión con la apertura de 3 establecimientos en el país del sol naciente. Estas tres tiendas, ubicadas en las ciudades de Shangai y Beijing, son el primer paso de una serie de 20 inauguraciones que la compañía se ha propuesto llevar a cabo en el próximo año y medio. Próximamente, asistiremos a la apertura de la octava tienda. El proyecto de apertura de estos nuevos locales es el resultado de un acuerdo que la cadena de franquicias ha alcanzado con industriales del país, y que son propietarios de más de 500 tintorerías y además poseen experiencia en el sector de los arreglos y transformaciones de ropa.
Casi al mismo tiempo, el pasado 19 de abril, la cadena especializada en el arreglo de prendas abría su primera sede en el continente africano, instalando un nuevo establecimiento en Casablanca, Marruecos. Esta apertura será la primera de las que contempla el plan de crecimiento de la enseña, quien ha proyectado una estrategia para continuar expandiéndose por el continente africano, basándose en esta primera experiencia.
Por otra parte, los esfuerzos de expansión de la cadena en Francia empiezan a dar sus frutos con la firma de un master regional en la zona de Nord Pas de Calais, donde está prevista la puesta en marcha de 2 tiendas y de un mini kiosco.
Expectativas de crecimiento
La franquicia no quiere dormirse en los laureles y busca nuevas soluciones que le ayuden a expandir su modelo de negocio y por eso experimenta con nuevas fórmulas. La primera de ellas fue un kiosco para los centros comerciales, para ubicar en plazas, vestíbulos, lugares de acceso al parking y otras zonas de paso dentro de los mismos, que vio la luz en 2005.
Actualmente, está trabajando en el llamado Rincón. Se trata de un corner que se instala en grandes almacenes como servicio complementario de arreglos Express para las prendas allí vendidas. Los tres puntos abiertos con este formato se emplazan en establecimientos de El Corte Inglés ubicados en Santander, León y Sevilla.
Asimismo, la enseña está ampliando en la actualidad sus líneas de negocio, con el objetivo de poner en marcha un nuevo modelo de tienda que responda a la demanda de sus clientes. De acuerdo con esto, la cadena ofrece desde el año pasado un servicio de tintorería express combinado con sus clásicos servicios bajo el nombre de Retoucherie de Mañuela Plus y ya son 6 los centros abiertos en nuestro país.
Sin duda el crecimiento de La Retoucherie no ha sido vertiginoso pero la estrategia definida por la compañía ha consistido en abrir centros de calidad antes que rellenar el mapa de cantidad. Si en 1998, la compañía contaba con 11 establecimientos, un año después ya tenía en su red 20. El nuevo milenio fue provechoso para La Retoucherie ya que terminó el 2001 con 82 establecimientos y actualmente posee ya casi 140 tiendas en nuestro país.
El volumen de negocio también ha tenido un crecimiento razonable sin demasiados altibajos. Si en 1998, la cifra de negocio alcanzaba los 537.000 euros, en 2000 rozaba los 2 millones de euros. El pasado ejercicio la compañía logró una facturación cercana a los 41 millones de euros.