El sector de la franquicia generó casi 122.000 puestos de trabajo durante el 2000
Según un estudio realizado por el Salón de Barcelona sobre el sector de la franquicia en 2001, éste se incrementó en número de redes en un 11 por ciento con respecto a las que operaban a principios del ejercicio anterior.
Una tendencia a la expansión que, a la vista de los últimos acontecimientos, parece llamada a una ralentización, que no a una recesión, pero que todavía ofrece buenas oportunidades.
A comienzos de 2001 el número de redes de franquicias que existían en nuestro país se incrementó en un 11 por ciento con respecto a las que operaban a principios del ejercicio anterior.
Pero para 2002 las cifras no son tan halagüeñas. Los últimos sucesos acontecidos en el segundo semestre del año pasado y la situación económica actual no hacen esperar crecimientos espectaculares, pero si parecen representar una excelente oportunidad para el sector en otros sentidos.
De este modo, según Inés Arteaga, directora del Salón de Barcelona, “es un buen momento para que la franquicia demuestre la buena opción que es sobre el papel. En épocas de enfriamiento, este sistema ha sido uno de los que más ha impulsado la economía del país”.
Así, según el estudio, España, junto con Alemania, Francia y Gran Bretaña forma parte del grupo de países donde la franquicia se ha impuesto como elemento dinamizador del comercio y los servicios en Europa. En nuestro país en concreto el sector representa el 6 por ciento del volumen de facturación del comercio minorista, que ronda los 15,5 billones de pesetas y ocupa al 7 por ciento de los trabajadores.
Nuevos retos
Todo esto hace que nos encontremos operando con un número de marcas muy razonable, y que el momento actual se convierta, además, en la oportunidad para que las ya posicionadas asuman nuevos retos, entre los que podríamos citar nuevos mercados. En ese sentido la mayoría de las empresas españolas que eligen el sistema de la franquicia para desarrollar su negocio consideran que salir al exterior es una de las fórmulas más seguras para garantizar el crecimiento y donde Latinoamérica aparece como un mercado prioritario.
El idioma, la idiosincrasia y los lazos culturales resultan ser tres de los principales factores que impulsan a estos empresarios a pensar que los países latinoaméricanos son óptimos para exportar e instalar negocios que ya han sido probados en España, “