Amancio Ortega, un ejemplo a seguir
Amancio Ortega, presidente de Inditex, es uno de los ejecutivos españoles mejor valorado por sus colegas de profesión. Los directivos nacionales sitúan al gallego como el quinto empresario más admirado en un listado internacional que encabezan Bill Gates y el presidente de General Electric, Jack Welch.
Un honor que Ortega comparte con otro español, el presidente del BSCH, Emilio Botín. Éste ocupa el cuarto lugar en una tabla incluida en el informe La Gestión Empresarial en los años 2005/06, que se realiza anualmente la escuela de negocios IESE y la consultora Burson-Marsteller.
Estar entre los empresarios más valorados es algo positivo tanto para el ejecutivo como para su compañía ya que para el 38% de los encuestados, el prestigio de una empresa es atribuíble a la reputación que tiene su consejero delegado. Un cargo que debe caracterizarse por ser una persona que se preocupe por sus clientes y que sepa comunicar una clara visión de la dirección de la empresa dentro de la empresa.
Por otra parte, el informe revela que las razones por las que los directivos españoles rechazan ocupar el puesto de consejero delegado en una compañía son la dificultad para conciliar la vida personal y laboral ( un 29%), la falta de compensaciones (25%) y el exceso de estrés.
Asimismo, pese a estos factores negativos, un 31% de los encuestados sí estaría dispuesto a desempeñar un alto cargo dentro de su empresa.
El informe, en el que participaron 210 máximos cargos en la dirección de empresas nacionales o multinacionales en nuestro país, también analiza la competitividad de las empresas españolas.
El 34,7% cree que las compañías nacionales han perdido competitividad en el mercado interior, mientras el 58,9% opina que también se han visto afectadas sus actividades fuera de España.
Esta pérdida de competitividad se debe, en opinión del 36% de los encuestados, a las medidas económicas y políticas y a la deslocalización de los mercados, también según el 36%.
Los factores clave para conseguir éxitos empresariales son alcanzar un posicionamiento claro y diferenciado de sus productos o servicios sobre el resto de los competidores, seguido de lograr los precios y costes que puedan competir.
En materia de asuntos sociales, políticos y económicos, el 20% de los directivos recomienda al Gobierno estatal que flexibilice la legislación laboral y destaca como aspectos preferentes el logro de la unidad territorial de España y el fomento de la inversión en I+D+i.